DIFICULTADES PARA ENCONTRAR PAREJA: CAUSAS

¿Cuál es la causa de que para algunos sea difícil encontrar pareja o que, habiéndola encontrado,  la relación no dure? Veamos algunos ejemplos.

Angel de treinta años consulta porque el último fin de semana ha tenido una discusión con su novia y ésta ha decidido romper la relación. Lleva seis años saliendo con ella, han tenido etapas mejores y peores y dado que en los últimos seis meses la relación iba muy bien, habían decidido vivir juntos. Él piensa que el motivo por el que se rompe la relación es porque “he metido mucho a mi madre en la relación”. A su madre esta chica no le gusta, pero tampoco le han gustado otras chicas con las que él ha mantenido relaciones. Él ha intentado insistentemente que la relación entre su madre y su novia fuese buena. Como a su madre no le gustaba que cenara fuera los fines de semana, los sábados a las nueve dejaba a su novia y cenaba con su madre, el domingo con la novia, pero ésta no llevaba bien que no pasase el fin de semana con ella. Para contentar a una y a otra cuando sentía que se enfadaban, les compraba un regalo. Al ser los enfados de una y otra bastante frecuentes sobre todo desde el momento en que comunica en casa su intención de irse a vivir con su novia, cosa que su madre desaprueba, gasta más de lo que puede, se endeuda con amigos y, sobre todo, con su madre. Debido a este endeudamiento le resulta difícil hacer frente a los gastos que  supone independizarse, propone aplazar esa decisión con el consiguiente enfado de su novia.
Alicia, veintiséis años, consulta porque está deprimida. Lleva cinco años con un chico, desde hace dos viven juntos pero en el último año tienen problemas, discuten y deciden volver a vivir cada uno con sus padres aunque siguen manteniendo la relación hasta que hace un mes la relación se rompe. Acude a la consulta acompañada por su madre, ella pensó que no era necesario pero la madre insistió y por no disgustarla… El padre de Alicia se marchó de casa cuando ella tenía catorce años, se pasaba la vida en los bares, desde entonces no han vuelto a saber de él. Con su madre ella se siente agobiada pero no puede separarse de ella porque entonces ésta se enferma. En el tiempo que ha vivido fuera de casa, su madre, que dice aceptar esa situación, ha estado hospitalizada dos veces por algo que en principio parecía grave pero luego no fue nada, ha tenido depresión… “Mi madre y yo somos uña y carne”, dice Alicia 
Luisa,  treinta y dos años, tiene un centro de estética. Vive con sus padres con los que se lleva estupendamente, tiene novio desde hace tres años con el que la relación ha sido buena hasta hace unos meses. Gracias a sus padres Luisa ha podido comprarse un piso al que pensaba ir a vivir con su novio pero, y por eso consulta, éste quiere terminar la relación. Luisa  dice que cuando empezó a pensar en la posibilidad de vivir en su propia casa con su novio empezó a agobiarse, a sentirse asfixiada en la relación, a sentir la necesidad de salir con amigos, de hacer cosas sin contar con el novio. Empieza a ir al cine con amigas, a tomar algo con los compañeros después del trabajo, a reunirse con antiguos amigos. En una de estas reuniones se reencuentra con un antiguo novio, no ha pasado nada entre ellos pero si han salido solos a pasear, alguna vez a cenar, y no lo ha comentado con su novio que finalmente se entera ya que les han visto amigos que tienen en común. Quiere a su novio, pero es pensar en vivir juntos y se agobia.
Estos son ejemplos de situaciones con las que frecuentemente nos encontramos en la consulta. Chicos, chicas que quieren dejar la familia de sus padres para constituir la suya pero se angustian cuando ven que existe esa posibilidad y acaban rompiendo la relación de pareja. Conscientemente quieren pero hay motivaciones inconscientes que se lo impiden.
En estos tres casos el denominador común es una dificultad para separarse de los padres, principalmente de la madre. En la terapia habrá que trabajar con cada uno de ellos para repasar la historia infantil con el fin de conocer como se ha ido estableciendo y desarrollando la relación con los padres, para así descubrir qué  ha entorpecido el proceso de separación.. 
En su terapia Angel comenta: “Mi madre es la que lleva los pantalones. Mi padre es callado, tranquilo, a veces es como si no estuviera, sin embargo mi madre si no haces lo que ella quiere se enfada muchísimo, ya no pero de pequeño daba miedo y eso que yo siempre he sido un niño bueno. No me atrevía a desobedecerla”
Alicia dice acerca de su infancia: “Mi madre y yo lo hemos pasado muy mal con mi padre. Se emborrachaba, se enfadaba con mi madre y alguna vez la pegó. Cuando se fue me sentí liberada, mi madre no volvió a tener ninguna relación, es poco sociable, tuvo que trabajar mucho para sacarme adelante, siempre ha dicho que soy su razón de vivir”
Luisa durante toda su vida ha oído repetidamente: “Verás cuando te vayas a vivir sola, no sé cómo te las vas a apañar cuando aquí lo tienes todo hecho, no vas a durar ni dos días, entonces te darás cuenta de todo lo que hemos hecho por ti”
Angel sigue sin poder desobedecer a su madre, no puede ir a vivir con alguien si no es con la aprobación de ésta. Alicia si se va a vivir con su pareja deja a su madre sin su razón de vivir y ¿para qué Luisa va a irse a vivir sola si va a volver arrepentida?
Estos tres consultantes están sometidos de forma inconsciente a órdenes, a cumplir objetivos que no responden a su deseo sino a mandatos, órdenes, que llevan como marcas que hay que cumplir.
Sólo explorando y reexplorando los pasos que dimos para llegar a ser nosotros mismos, podremos conocer  verdaderamente lo que fueron nuestras experiencias infantiles y lo que han significado en nuestra vida. Si logramos adquirir este conocimiento cambiará la repercusión que estos acontecimientos tuvieron en nuestra personalidad y adoptaremos otra actitud ante nuestras experiencias.