EL CHISTE: INSTRUMENTO EFICAZ CONTRA EL MALESTAR PSÍQUICO

Todo chiste, en el fondo
encubre una verdad

¿Qué es la salud? Según la OMS es el estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de infecciòn o enfermedades. Abarca el estado psicosocial y la armonía con el medio ambiente. Podemos entender la salud como ausencia de malestar.

El malestar psíquico puede presentarse bajo tres modalidades básicas: depresión, angustia y sentimientos de culpabilidad. Los sentimientos de culpabilidad pueden generar angustia y estados depresivos que a su vez pueden generar síntomas o inhibiciones. 
El malestar psíquico afecta a nuestro estado de ánimo y éste afecta al cuerpo. Por tanto cuanto menores sean nuestros sentimientos de culpabilidad, cuantas menos situaciones de angustia y depresión soportemos, mejor será nuestro estado de ánimo y cómo el malestar psíquico va a estar determinado por nuestros contenidos inconscientes y por los efectos de la represión entonces cuántos menos contenidos inconscientes tengamos reprimidos más fácil nos será mantener un buen estado de ánimo.
El humor, el chiste y la ironía son instrumentos de los que se sirve el ser humano para disminuir el malestar.
El humor consiste en que una situación cuyo desenlace produciría sentimientos o emociones de dolor, susto, terror,  ira, disgusto, desesperación,.. se hace chiste y esto permite el ahorro de esos sentimientos. Es como si pensáramos: «esta situación que parecía tan peligrosa no es más que un juego de niños, puedo tomarlo a broma»
Freud destacó tres rasgos fundamentales del humor: 1º un triunfo del yo sobre las exigencias de la realidad, 2º el triunfo del principio del placer, de la pulsión de vida, 3º un superyó que, como si de un buen padre se tratara, intenta consolar y proteger del sufrimiento al yo
No todo el mundo tiene capacidad para usar el humor.El humor es un fenómeno que depende del discurso.Depende del lenguaje y del deslizamiento incesante del sentido marcando el rasgo de lo particular y diferente. Un chiste no tiene efecto en todos ni en todas partes ni en todos los momentos. Esta característica lo diferencia de lo cómico. En lo cómico hay una universalidad más acentuada cuanto más se aleja de la propiedad significante de la palabra y se acerca al puro significado: la torta en la cara, el resbalón a causa de la cáscara de plátano…El humor tiene un sesgo transgresor y cuestionador de lo establecido, lo cómico se sitúa en el plano de lo especular, de la relación narcisista del yo con la imagen del otro, su semejante:»me río de esa imagen ajena que soy yo mismo»
El chiste es un juego de palabras que apela a la polisemia del lenguaje, a la multiplicidad y variedad de sus significados, a la equivocidad del significante, a la homofonía, a la metáfora, a la metonimia, a la ridiculización.
Para Freud el chiste, el humor, constituyen una forma de regresión a modos infantiles de actuar y pensar, una forma de escapar de la realidad y sus exigencias. Por una parte el chiste nos proporciona placer mediante procesos mentales que nos permiten librarnos de la necesidad de ser lógicos, morales, realistas, y además nos libera, al menos momentáneamente, de deseos e impulsos prohibidos de carácter inconsciente que disfraza ahorrando así la ansiedad asociada a las manifestaciones de tales deseos e impulsos: por un momento la agresividad, la obscenidad, o el absurdo nos están permitidos,
Mediante el chiste intentamos escapar de la represión de la sexualidad y de las fantasías sexuales, de la agresividad y de las fantasías agresivas y en algunos casos de la represión y persecución políticas.
La cultura tiene una gran influencia sobre el desarrollo de la represión dando lugar a una transformación de la organización psíquica mediante la cual sensaciones que habrían de percibirse con agrado resultan inaceptables y son rechazadas con todas nuestras energías psíquicas. Por la labor represora de la civilización se pierden posibilidades primarias de placer que son rechazadas por la censura psíquica. El chiste verde es un recurso para recuperar nuevamente este placer prohibido.
Los impulsos hostiles contra nuestros semejantes sucumben desde la niñez a iguales limitaciones y a la misma represión progresiva que nuestros impulsos sexuales. El chiste nos permitirá emplear contra nuestros enemigos el arma del ridículo dando lugar a un placer de otro modo inaccesible.
El chiste es usado en muchísimas ocasiones para hacer risible la agresión o la crítica contra superiores provistos de autoridad, representa entonces una rebelión contra la autoridad. Es bien conocida la habilidad del humorismo gráfico a lo largo de la historia moderna para eludir, transgredir censuras o prohibiciones y para desenmascarar y ridiculizar las rigideces, falsedades e hipocresías del discurso del poder y de las instituciones en general.
Mediante el chiste podemos satisfacer de forma imaginaria nuestros deseos agresivos y sexuales que, al estar prohibidos producen sentimientos de culpabilidad sin ni siquiera llevarlos a cabo, sólo con fantasearlos y de ahí su importancia; pero el chiste tiene otra característica aún más importante desde el punto de vista psicoanalítico: es una formación del inconsciente. En el chiste el que lo relata se proyecta  por ello, a través del chiste, de las bromas, el analista accede al conocimiento de su analizante. En una broma se puede decir la verdad. El recurso a «lo dije en broma» es algo habitual en el discurso y es una de las formas en las que contenidos inconscientes reprimidos pueden acceder tímidamente a lo consciente, El chiste, los lapsus linguae, los olvidos,actos fallidos, los sueños y los síntomas son los medios de los que se valen nuestros contenidos inconscientes para eludir la represión y acceder a la consciencia.