SUPERAR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO: ¿CÓMO?

Al perder un ser querido son múltiples los sentimientos que se generan, rabia, desconsuelo, depresión, tristeza, miedo, soledad y están determinados por la naturaleza del vínculo que nos une a él y la circunstancia mediante la cual se separa de nuestra vida. La muerte, la pérdida, nos acompaña a lo largo de nuestra existencia y superar el duelo por la pérdida de un ser querido es una labor esencial. 

El duelo comprende una serie de fases sucesivas que al irse resolviendo progresivamente llevan a su superación:
NEGACIÓN: Un sentimiento de incredulidad domina el pensamiento, surgen ideas tales como: ¡No es posible! ¡No es él!No puede ser!¡No ha muerto! Sentimiento que será más o menos intenso dependiendo de la naturaleza y circunstancias de la muerte, la edad del ser querido y de la propia madurez emocional. Es aconsejable:
                   .Asistir a las ceremonias funerarias, conversar con otros del dolor. La clave aquí es hacer consciente el hecho de la desaparición física.
                    .Mantenerse en compañía de familiares y amigos.
                    .Llorar

ENFADO, RABIA: Sentimiento de rabia por la injusticia, enfado con el mundo, con Dios, con la persona  fallecida, Sentimientos que tienen lugar una vez se ha superado la fase de negación, se acepta la pérdida que se vive como una injusticia. Pensamientos como ¿Por qué él¿Por qué ella? ¿Por qué a mí? acompañan esta fase. Es aconsejable:
                     .Desahogarse, gritar, pelear, dejar que la ira se desarrolle plenamente ya que esta fase es necesaria y temporal, es importante que los que viven alrededor de la persona que está en esta etapa respeten el momento que está viviendo y le den el espacio para desfogar esa ira sin juzgarlo.

ACEPTACIÓN: Dejar ir a alguien que queremos es un reto, pero llega el momento en que hay que hacerlo. Todo en nuestra vida es pasajero, nada es para siempre. Ante la pérdida aparece la tristeza. La tristeza es una parte importantísima del duelo, cierra esta etapa. La perdida de un ser querido va a ir siempre asociada a  una profunda tristeza que es normal y que  no debe medicarse sino acompañarse.

Caminar, descansar, realizar algún rito personal de despedida, organizar las cosas de la persona fallecida, guardar y regalar sus pertenencias, limpiar, mirar fotos,desahogarse, llorar, hacer nuevos planes de vida, pintar, iniciar alguna actividad lúdica … son recursos que ayudan a superar la pérdida.

El duelo ha de realizarse con tiempo, para cada uno de nosotros será distinto, pero cuando se prolonga más allá de dos o tres años, puede dejar de ser un proceso natural y llegar a ser patológico, entonces es necesario buscar ayuda, consultar,para poder ponerle fin y hacer posible una nueva forma de vida, distinta, pero satisfactoria, a pesar de la pérdida sufrida.